lunes, 10 de noviembre de 2008

Crónica de una espectadora despistada - Quilmes Rock día 1

Quilmes Rock Dia 1
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Por Candela Bianchi

Pasó el primer día del festival que hace espuma.
¿Qué contarles sobre este encuentro que les resulte interesante a los que fueron y también a los que no fueron?
No tengo ganas de ponerme a hacer una apreciación del desempeño de cada banda. Se sabe que la gente fue incrementando a medida que pasaba el tiempo y llegaba el turno de las bandas principales. Recién cuándo subió a escena Mancha de Rolando el predio se vió un poco más colmado de gente y aparecieron las primeras remeras revoleadas por el aire y gente cantando/gritando y rebotando sobre sí.
De todos modos La Vela Puerca y la Bersuit se llevaron lo mejor de la noche, como era de esperarse.

Comencemos desde el principio de esta historia con una crónica desde el lugar de espectadora despistada, porque es bueno saber que esto del festival espumante no se agota en las bandas que suben a tocar.
Por supuesto que este detalle no creo que les importe demasiado, pero se me hace necesario contarles que me retrasé para llegar al festival porque estuve unos veinte minutos decidiendo si me ponía ojotas o zapatillas. Eso de que a los recitales se va con zapatillas es como una ley mayor, pero yo iba sola, no iba a hacer pogo así tan solitaria, (ni que hiciera tampoco mucho pogo cuando estoy acompañada) y por otro lado me estaba derritiendo, por lo tanto la decisión fue ojotas. Admito que fue una buena determinación más allá de que éramos yo y un promedio de tres chicas más las desubicaditas con ojotas, estoy segura de que las que tenían zapatillas sudaban la gota gorda.

El 126 me dejó en Lagos y 27. Yo no me ubico en mi ciudad, cuando me dicen el Hipódromo no se si estamos hablando de Alberdi, de zona sur o de la cancha de Newell’s. Fue así como me bajé cuando se bajaron unos chicos que venían hablando de las bandas del Quilmes, y los seguí a ellos hasta ubicarme.
Caminando bajo el sol las cuadritas que desembocaban en la entrada al predio, ya siendo casi las 18.00 hs, me cruzo al fotógrafo estrella Re-Play un tanto malhumorado yendo hacia la entrada de fotógrafos. Ahí me percaté de que no era la única que llegaba tarde. Y es que sinceramente el clima no ayudaba, resulta un trabajo insalubre estar desde las 17 hs (siendo en realidad las 16 hs) bajo el rayo del sol.

Intercambio de palabras con el fotógrafo, y cada uno para su lado. Vendedores ambulantes, remeras, gorritos con los logos de las bandas que tocaban, las infaltables hamburguesas del carrito y al fin, la calle (no sé cual era) que daba acceso a la entrada del festival.
Quiero hacer aquí una salvedad: qué buena estrategia la de la banda local Perro Suizo que empapeló las paredes del predio que había que recorrer para ingresar con carteles tamaño…muy grandes, de su próximo recital el 15 de noviembre en el club Racing: Iriondo 1560, entre Montevideo y Zeballos (se merecen el chivo por astutos jeje).
Llegamos al cacheo. Me olvidé de sacar un objeto que tengo en mi llavero, esos cositos que sirven para ajustar las baterías. No tenía valor sentimental alguno, pero me lo encontré en un recital y lo hice propio. Por supuesto que la policía mala onda me lo sacó. Lo gracioso fue que también me quiso sacar el MP4 que llevaba conmigo como toda buena periodista.

-¿Y esto qué es? – me preguntó la policía mala onda
- Un MP4 para hacer entrevistas – le contesté yo
- Esto no pasa – me respondió la desubicada
- ¿Te pensás que puedo matar a alguien con un MP4? – le dije yo con mi peor cara
- Bueno, pasa de casualidad – me dijo.
Es claro que la señorita se quería quedar con mi MP4…bueno no lo logró.

Llegamos (o llegué más bien) al predio. ¡Un caloooor! No hace falta describir el clima, todos lo vivimos. Dí gracias a mis ojotas por haberme acompañado en ese momento. Cuando llegué estaba tocando Guasones y la cantidad de gente era muy poca para las dimensiones del predio. Lo que me pregunté fue: ¿cuánta gente habrá habido para escuchar las bandas locales? Porque está buenísimo que el Quilmes tenga la intención de poner más bandas oriundas de Rosario como fueron Austria y Rosario Smowing ese día, pero no sé qué sentido tiene hacerlas tocar media hora a cada una con ínfima cantidad de gente y un calor agobiante…
Otro tema: ¡qué cantidad de humo (no nicotina exactamente) ingresó a mi cuerpo indirectamente!…lo peor es que creo que en un momento me acostumbre al olor y dejé de sentirlo como extraño. Y así fue: calor, humos extraños, gente empapada…fue un recital tan espumante como pegajoso.

Hablemos de los atuendos: había de todo, además de las tres chicas que me acompañaban llevando ojotas se percibió mucho look playero: niñas en bikini, remeras levantadas, enrolladas o atadas, shorcitos, polleras cortas; y en cuanto a los hombres lo qui venga: bermudas, remeras, musculosas… y juro que había un chico con pijama. Era un pijama, estoy segurísima.

Creo que un 50% del presupuesto del Quilmes va a plomos y vendedores de agua y gaseosa, ¿no? ¡Cuántos plomos en escena! ¿Son necesarias tres personas para enchufar un cable? Porque se movían como de a tres haciendo todo…bueno ellos sabrán, igual los tiempos se cumplieron a raja tabla, así que estará bien así.

Detalle: no hubo agua hasta las 20 hs aprox. Pepsi, o morir deshidratado. ¡No me gusta la gaseosa! Pero no quise morir deshidratada, así que tome Pepsi que de todos modos no se si era por el hielo o qué pero tenía un porcentaje de agua importante, era una Pepsi un poco diluída.

No ví mucha farándula rockera local. Está bien que no me la pasé girando por el predio, pero salvo por los Chicos Vaca que sí estaban presentes, las figuritas de siempre no se amigaron con el calor y la espuma del Quilmes.
Este es un detalle que tampoco les va a importar pero es parte de mi crónica de espectadora despistada: yo estaba sola en el recital, salvo por una visita de quince minutos que me hizo mi fotógrafo (no es mío, es de mí revista en realidad) que estaba del otro lado de la valla sacando fotos, valga la redundancia; y vislumbré a unos metros un chico que me gustaba en mi infancia, ¡¡Y estaba solo!! ¡Como yo! Pero bueno, ese chico no me miraba cuando teníamos 14 y tampoco me mira ahora, y de todos modos ahora tampoco me gusta, una evoluciona gracias a los dioses en la vida, así que no gastemos más palabras en él, pero era gracioso que estábamos tan solos, el allá yo acá y las canciones de la Mancha de fondo...cri cri.
Había una chica parada sobre los hombres de alguien durante la performance de la Mancha que me puso piel de gallina. Cantaba con una emoción que envolvía el mundo entero, dejaba todo en el grito y en los brazos abiertos.
La Vela Puerca causó sensación. Casi dos horas enteras de show, amagaron un final y volvieron con tres temas más y la gorra del frontman de la banda que voló hacia el público.
Y la Bersuit no me gusta, les voy a ser absolutamente sincera. Si quieren leer algo sobre el desempeño de esa banda tiene otros medios para hacerlo. Aquí solo les ofrezco algunas fotos de nuestro fotógrafo estrella malhumorado.
Podría haberme quedado más tiempo aunque no me guste mucho la Bersuit, pero una señorita sola saliendo de ese predio a las 12 de la noche no era una idea muy agradable. Conclusión, allí terminó mi experiencia de espectadora despistada. ¡Será hasta la próxima!

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