domingo, 26 de octubre de 2008

Ayer Nomás

Por Gastón Fenes

El periodista y músico partícipe de la creación del Rock Nacional, Pipo Lernoud, regaló el jueves en Sala Lavardén un abanico de anécdotas e historias en su charla titulada: “La cueva y orígenes del rock nacional: relato histórico y análisis musical y poético de un fenómeno crucial”, en el marco del ciclo de charlas y recitales MP5.
Pipo Lernoud seguramente quiso revivir los momentos en los que el rock empezaba a aparecer fuertemente en la vida de cuatro o cinco personas (como él dice) , y transmitir la pasión y garra que sintieron los fundadores del Beat Nacional (estilo del rock influenciado por la música británica, en especial por los Beatles). Los espectadores pararon las orejas y escucharon. Muchas mujeres se acercaron para estar presentes. Adolescentes y Adultos pudieron, durante una hora y media, ponerse en la piel de los rockeros de las décadas sesenta y setenta.

Las anécdotas fueron lo más rico que Pipo contó sentado desde el escenario. Tranquilamente el espacio podría haber sido Lernoud sentado en una silla y el público en el piso en forma de ronda, porque nuestro profesor del rock fue un abuelo que supo expresar a sus nietos las historias vividas en su adolescencia. Contó todo y de todo. Peleas entre Pappo y Miguel Abuelo, experiencias de verano vividas en sus viajes a Villa Gessel sin dinero, hospedaje ni nada; noches en comisarías, y todo tipo de chimentos e intimidades muy cargadas de emotividad.
Una de las historias más ricas fue la de su madre que obligó a todo el grupo (Moris, MigueL, Abuelo, Tanguito, Javier Martínez, Litto Nebbia, etc) a inscribirse a SADAIC. Lo que en ese momento parecía una locura de madre se transformó en una alegría desmesurada. Porque cuando los gatos grabaron su primer single en 1967 “La Balsa” y “Ayer nomás” vendieron 200.000 copias. La letra de “Ayer Nomás” fue escrita por Pipo (y la música por Moris) y cuando fue a cobrar sus derechos de autor le dieron a plata de hoy 30.000 dólares. Pipo reía y explicaba que en ese momento, con 19 años, no podía entender por qué le daban semejante suma. Con el dinero le compraron una batería a Pomo (baterista de Los Abuelos de la Nada), guitarras y todo tipo de instrumentos al grupo. Esto demuestra la solidaridad que reinaba en ese ambiente rockero. No casualmente a lo largo de la noche Lernoud rescató que en las noches de “La Cueva” y la “Perla de Once” se hacían composiciones compartidas. En estos bares surgieron temas como “La Balsa”, escrito por Tanguito y Lito Nebbia, y musicalizado por Nebbia.
Por pequeños momentos Pipo fue nostálgico. Se refirió al momento actual del rock y explicó que si bien hay mucha gente con muchas ganas, en gran parte se perdió la pasión genuina por el rock. También criticó la industrialización musical, aunque fue positivo al referirse a la gran capacidad de difusión artística que hoy es posible.

Durante las dos horas se pudieron escuchar reliquias musicales traidas por Pipo y músicos rosarinos interpretando versiones de temas de aquella época como “ Un amor de primavera”, entre otros. Antes de la retirada “Vudú” tocó tres temas con una potencia impresionante.
El publico escuchó atento y en el momento de las preguntas no pudo callar, quebró. Desde el fondo de la sala, un rockero cuarentón le agradeció a Pipo por revivir momentos de alta felicidad, momentos de juventud donde muchos se reconocieron a sí mismos. Tiempos en los que había valor para pelear por las ideas aunque hubiese dictaduras. Pero por sobre toda las cosas, pasión desinteresada.

Escuchá "Ayer Nomás" (Letra: Pipo Lernoud, Música: Moris), haciendo click aquí.

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