jueves, 18 de septiembre de 2008

Patricio Henríquez y su paso por Rosario

En conmemoración de los 100 años de Salvador Allende y a 35 años de su asesinato en la Casa de la Moneda, se realizó en el Festival Latinoamericano de Video Rosario una función especial de El Último Combate de Salvador Allende (1998) seguido por Imágenes de una Dictadura (1999) con la presencia de su director Patricio Henríquez.

Sin demasiados preámbulos, luego de presentado el director, comienza la proyección de la primera película. El Último Combate de Salvador Allende más que un documental es un documento histórico que nos detalla minuto a minuto las últimas horas de lo que fue el primer gobierno socialista elegido democráticamente por el pueblo y de su máximo representante.

Con un relato dinámico e imágenes y testimonios que no le permiten al espectador desprender su atención de la pantalla, Henríquez refleja los últimos minutos de vida de un hombre que defendió los ideales de una Latinoamérica libre y justa con su propia vida.

El carisma de Allende, su determinación y tranquilidad para enfrentar su propia muerte y los conmovedores testimonios de su mujer, su hija, su médico, sus jefes de seguridad y sus más allegados le dan color a este filme en blanco y negro.

En contraposición, se desentraña la alianza que imperaba entre las Fuerzas Armadas de Chile comandadas por el general Augusto Pinochet, que hasta la fecha había sido ejemplo de respeto defendiendo siempre los principios de la democracia, y el imperialismo estadounidense que, de la mano de Richard Nixon, encabezaba la lucha contra el marxismo.

Atrincherados y acorralados en la Casa de la Moneda, Allende y el pequeño grupo de valientes que lo acompañaba finalmente fueron derrocados tras 7 horas de ataques incesantes mediante tanques, artillería y hasta un ataque aéreo.

La muerte de Salvador Allende, que según testimonios se debió a un disparo infligido por si mismo, es más una lección de vida que convierte a la magistral realización audiovisual de Patricio Henríquez en un material visual obligatorio para todos aquellos que desean conocer la historia de la democracia en Latinoamérica.

Se encienden las luces y tras una breve aclaración del director la sala queda nuevamente a oscuras y nos encontramos en pantalla con Augusto Pinochet a finales de los 90 siendo agasajado por una orquesta en su cumpleaños. Comienza así la proyección de Imágenes de una Dictadura, la gente reacciona a los chiflidos. Alguien que no supiera el porqué de dicha reacción se encuentra de pronto con una cuenta regresiva que nos lleva unos 24 años atrás en el tiempo.

Un Estadio Nacional convertido en campo de concentración, represión, desapariciones, torturas, crueles imágenes que de pronto se ven contrastadas por manifestaciones espontáneas, panfletos que vuelan por los aires y cánticos contra la dictadura.

Con imágenes que logran capturar la crudeza de la dictadura que se vivía en Chile luego de la muerte de Salvador Allende y acompañado únicamente de subtítulos que ayuda a los espectadores a entender el contexto histórico del momento, Henríquez deja que los hechos hablen por si solos.

Esta película está basada principalmente en la destreza y coraje de un camarógrafo que nunca dejó de filmar, que mantuvo la cámara encendida en todo momento para registrar una secuencia de hechos que no deben quedar nunca en el olvido, más aún en la memoria de los argentinos que luego vivieron situaciones similares en carne propia.

Finalmente, ovacionado por una multitud que colmó la sala, el documentalista chileno se mostró humildemente dispuesto a relatar su experiencia sobre ambas realizaciones audiovisuales. Debido a los incesantes aplausos del público y la escasés de tiempo, sus palabras fueron pocas, pero tras admirar ambas obras del autor es irrefutable que su legado fue invalorable.

Redacción: Nicolás Ronco

El Último Combate de Salvador Allende


Imágenes de una Dictadura (Parte 1)


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